Etimología de Anuncio

Luisfpizarro

Del francés annonce, su origen se ubica en el latín como verbo annuntiāre, contemplando la misión de comunicar algo. Consiste básicamente en un mensaje oral o escrito a través del cual se divulga, advierte, informa, anticipa alguna cuestión de interés, ya sea para una persona o para un público más amplio.​

Si bien puede transmitirse de manera presencial también se puede hacerlo mediante una nota o mediante un medio de comunicación gráfico o audiovisual.​

Resaltar los beneficios de un producto para animar su compra

En nuestro idioma la palabra es ampliamente utilizada como sinónimo de publicidad, tal como se denomina a aquellos mensajes o noticias de carácter comercial que se emiten por los medios de comunicación masiva y que tienen por misión vender un producto o servicio.​

Los anuncios pueden disponer de diversas estructuras semánticas y múltiples intencionalidades, aunque, la más habitual es la de generar una reacción positiva en el destinatario que lo mueva a adquirir el producto que se anuncia.​

A tales efectos es que los encargados de elaborar dichos avisos preparan cuidadosamente las palabras y las imágenes con la intención de llevar a los receptores un mensaje, claro, contundente y movilizador.​

Detectar el consumidor ideal del producto es garantía de venta

Por otra parte, estos expertos en publicidad y marketing estudiarán previamente los lugares y públicos a los que deben dirigir especialmente los mensajes porque se sabe que ellos reúnen las características esenciales para comprar los productos.​

Sería en vano producir un anuncio que no tenga en consideración esta cuestión porque no solamente implica pérdida de tiempos sino también gastos más onerosos que no se justifican.​

Con las variadas herramientas que ofrecen hoy tanto el marketing como las nuevas tecnologías es muy sencillo conocer en muy poco tiempo el público que se interesará por nuestra propuesta comercial, y por supuesto hay que usarlas para que los beneficios sean también rápidos y concretos. ​

Entonces, una vez definido el perfil del consumidor solo resta identificar los medios audiovisuales, gráficos o páginas web que son vistos o visitados por este para en ellos presentar los avisos. ​

Los medios cobran un monto dinerario por ese espacio publicitario que le ceden a la empresa y que generalmente está en vinculación con el espacio, tiempo, y público que aprecia los contenidos.​

Recursos marketineros para incrementar resultados

Por ejemplo, en el horario prime time de la radio o televisión los minutos publicitarios son más caros, y algo símil ocurre con la web, aquellas que gozan de mayor cantidad de visitas serán más costosas que las que presentan menos visitantes. ​

Cabe destacarse que hay anuncios de interés general o político cuya emisión es gratuita por la importancia que reviste su conocimiento.​

Los medios de comunicación como la radio y la televisión desde su nacimiento necesitaron para subsistir y producir sus programas el dinero que ingresaba en concepto de publicidades y aún hoy con los cambios que han habido en dichos medios lo sigue siendo.​

El primer anuncio televisivo se transmitió en el año 1941, por WNBT,un canal de Nueva York, Estados Unidos, en el transcurso de la retransimisión de un partido de béisbol que enfrentó a los Brooklyn Dodgers con Philadelphia Phillies.​

Un reloj de la clásica marca Bulova era el objeto del anuncio que duró unos 10 segundos y costó 4 dólares el segundo en el airw.​

Si bien por aquel tiempo los televisores no se encontraban como hoy en cada casa, el comercial fue un éxito y prontamente otras compañías imitaron a Bulova.​

Hasta los egipcios y griegos explotaron el recurso

Pero no crean que en el siglo XX con la irrupción de los medios de comunicación masiva nació la publicidad porque se llevarán una sorpresa.​

Los anuncios son tan remotos como los inicios de la humanidad, habiendo registros de la práctica en las civilizaciónes egipcia, babilónica, y la Grecia antigua, hace unos 3.000, 2.000, y 480 años A.C., respectivamente.​

Papiros, tablillas de arcilla con inscripciones comerciales en los dos primeros casos más antiguos, mientras que los griegos usaron los populares heraldos o voceadores, que además de informar las noticias más importantes anunciaron productos.​

Hacia finales del siglo XV con la invención de la imprenta la publicidad se instala y consolida de modo exponencial.​

En el siglo XIX y hasta nuestros días aparecen nuevas propuestas y herramientas que se irán sofisticando con el tiempo y que potencian la práctica magníficamente: los agentes publicitarios, los carteles, el uso de cartas, los comerciales por radio y tevé, los jingles, anuncios en la web y en el resto de las vías electrónicas gracias al extendido uso de los ordenadores y teléfonos inteligentes, entre otros. ​

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