El sustantivo femenino responsabilidad surge del adjetivo responsable, sobre el latín como responsabĭlis, a efectos de que ‘necesita respuesta’, con raíz en responsāre, de ‘responder’, cuyo supino responsum indica ‘respuesta’. Por su parte, el sufijo -bilidad actúa dada la adjetivación deverbal sobre la raíz latina -tas, -ātis, con sentido de cualidad, como ocurre también con culpabilidad, al respecto de culpable (en latín culpabĭlis). La responsabilidad comprende las obligaciones que le competen a cada uno, así como la capacidad de asumir las consecuencias de las propias acciones.

Ejemplos de oraciones
1. Es tu responsabilidad completar el proyecto a tiempo.
2. El cuidado de los hijos es una gran responsabilidad que le corresponde tanto a la madre como al padre.
3. La responsabilidad de un líder incluye tomar decisiones difíciles por el bien de su equipo.