Su origen responde al latín impetus, en referencia a ‘ataque’, ‘embestida’, ‘impulso’, sobre el verbo impetere, cuya composición está dada por el prefijo in-, en este caso transformado en im- por asimilación, que indica ‘hacia dentro’ o ‘sobre’, y el verbo petere, que plantea ‘dirigirse a’, ‘buscar’, ‘atacar’, ‘pedir’. La palabra conserva la idea central de su significación, sobre una idea de fuerza y energía dirigidas hacia un objetivo específico.

Oraciones de ejemplo
– El corredor tomó impulso y cruzó la línea de meta con gran ímpetu.
– La joven defendió sus ideales con tanto ímpetu que convenció a todos los presentes.
– Durante la tormenta, las olas golpearon las rocas con un ímpetu imparable.

Comparación sobre el verbo petere

Competir, en latín competere, combina el prefijo com-, ‘junto’, ‘con’, y el verbo petere, exponiendo claramente la idea de movimiento hacia una meta específica, enfatizando una dinámica compartida o enfrentada con otros.

Por su parte, apetito tiene referencia en el latín appetitus, procedente del verbo appetere, formado por el prefijo ad-, ‘hacia’, junto con petere. En este contexto, la raíz petere subraya la situación hacia algo deseado, generalmente alimento o satisfacción personal.

Petición, en latín petitio, nace directamente del verbo petere, marcando la acción específica de dirigirse hacia alguien para solicitar o requerir algo.