La legendaria criatura de fuego se observa en el latín sobre las formas draco, dracōnis, al respecto del griego en Drákōn, comprendiendo también serpiente, asociado al verbo derkesthai, a efectos de una vista penetrante que se lo relaciona con la idea de un guardián o protector, con referencia en el indoeuropeo *derk-, por ver.
Drákōn fue un legislador asignado a la misión de reestablecer la paz en las calles de Atenas del siglo VII a.C., luego de un intento de desestabilización ejecutado por Cirón. Para ello instaló por primera vez un conjunto de leyes por escrito conocido como el Código Draconiano, de máxima severidad, convirtiéndose en una referencia histórica. Se decía que las sentencias fueron escritas en sangre, dado el grado disciplinario impuesto, llevando a muerte tanto al perpetrador de un robo como de un asesinato; todo se resolvía quitándole la vida al acusado. El duro régimen fue ampliamente elogiado y reconocido por las elites. Su nombre remite casualmente a dragón, dada la furia, el poder y la vista letal que caracterizan a esta bestia.
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Referencia APA
Benjamin Veschi, 05/2020, en https://etimologia.com/dragon-dracon-draconianas/