El adjetivo proselitista (a veces escrito erróneamente como proxelitista), al respecto del sustantivo proselitismo, encuentra referencia en el francés como prosélytisme, con raíz en el griego como προσήλυτος (prosēlytos), en sentido de ‘recién llegado’, ‘convertido’, para denominarse a la persona como tal, prosélito, formado por el prefijo πρός- (pros-), de ‘hacia’, y ἔρχομαι (erchomai), de ‘venir’, ‘llegar’, y el sufijo -ismo, en griego -ισμός (-ismós), en carácter de doctrina. En sus orígenes, remitía a una persona convertida a una nueva fe o ideología. A partir de esta base, proselitismo implica el acto de intentar convertir a otros a una fe, ideología, o causa, y proselitista es aquel que lo practica o promueve. En numerosas oportunidades se lo presenta como una práctica abusiva, independientemente de las condiciones.

Ejemplos de oraciones
1. El líder religioso era un ferviente proselitista, siempre buscando llevar nuevos seguidores a su iglesia.
2. En su campaña política, adoptó un enfoque proselitista, buscando convencer a todos de sus ideas con pasión y persistencia.
3. La organización fue criticada por sus tácticas proselitistas agresivas, que intentaban forzar conversiones.