El conjunto y el origen de los ciudadanos es expresado como ciudadanía, marcando la identidad individual y los intereses colectivos de la comunidad. Ambas formas proceden de la palabra ciudad, visible en el latín civĭtas, asociada a civil, dado en el latín como civīlis, determinándose mediante la conjugación de los sufijos; en ciudadanía se advierten los sufijos compuesto -ano e -ia, sobre las formas latinas -ānus y -ia respectivamente, describiendo la cualidad del origen, y en el caso de Ciudadano se observa el componente -ano, que indica precedencia tomando referencia en el latín -ānus.